26.6.10

Calor que mata



Que nadie me dijera que la mejor terapia para reponerse de un despecho amoroso era mantenerse ocupada. Que nadie me dijera que el tiempo cura todo. La mejor terapia y la mejor cura era ver a este dios que había bajado a este infierno y se había instalado ahí a su lado, por infidelidad o condición, pero ahí estaba dándole olvido a esta confusión… que ya de ser turbia paso a ser destilada, con ese calor que mata.

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